HOMILÍA DEL SEGUNDO DÍA DEL CONGRESO
Pbro. Franklin Echenique CJM
La palabra de Dios hoy nos
ofrece una gran riqueza y una radiografía del ser humano.
En la primera lectura el pueblo que
Dios liberó de la esclavitud sufrió mucho tiempo y ellos pedían de comer. Sin
embargo el pueblo se obstinó pronto del maná. Se molestaron... ¿por qué?,
porque les estaban dando siempre de lo mismo.
Si tú guardabas el maná para el otro día
se dañaba, es decir, que debías comértelo todo. Por eso en este episodio del
pasaje, Moisés se dirige al Señor y le dice, "yo solo no puedo darle de comer
a todo este pueblo"..., cosa que no agrada al Señor pues estamos invitados a aceptar nuestras cruces.
Luego, más adelante, descubriremos
que Dios no sólo da el maná sino que por la intercesión de Moisés son
alimentados. El pueblo se quejaba de comer lo mismo y recordaba, con agrado, su
tiempo de esclavitud, siendo así masoquista. Pero Dios ha establecido una
alianza, y ha puesto en tu corazón este congreso para que tú lleves la carga de
este proyecto que trae dificultades, conflictos y problemas, sin embargo, estos
problemas nos ayudarán a crecer. Por eso el título de esta reflexión es
SEMBRADOR, AYÚDAME A LLEVAR LA CRUZ. Porque muchos de los que están aquí llevan
una cruz muy pesada. Entonces, ¿cuál es nuestro mejor aporte? ¡Orar!, por eso Moisés
se acercó a Dios en la oración. No se trata solo de quejarse por quejarse, sino
de quejarse para encontrar una solución junto a Dios.
En el Evangelio, Mateo habla de la multiplicación
de los panes, sin embargo, antes ocurrieron cinco momentos muy importantes. Sin
embargo, antes de revisarlas invoquemos al espíritu Santo.
"Señor, te Bendigo en el corazón
de estos jóvenes sembradores de esperanza. Ellos tienen sus cinco panes y dos
peces y quieren multiplicarlos para ponerlos al servicio del pueblo. Aquí están
ellos con sus dones para celebrar la esperanza. Quiero entregarte sus tristezas
y preocupaciones, su familia.
En este congreso deseo, con todo mi corazón,
multiplicar mis talentos, porque el pan que se comparte se multiplica, por eso aquí
están mis dones porque no me pertenecen te pertenecen a ti. Aquí están mis
momentos de tribulación, son tuyos, para que tú los transformes y este congreso
sea una bendición para mí y mi familia.
Sé que seguirás multiplicando tus
bendiciones en medio de tu pueblo, por eso aquí están mis manos, mis pies y mi corazón
para consolar al triste y ayudar al que necesita misericordia. A ti te entrego
todo lo que soy, te pertence. Espíritu Santo, derrámate con poder. Amen"
El primer momento lo tiene Jesús,
cuando él se retira a orar por el momento doloroso de la muerte de su primo
Juan. Por eso cuando estés pasando por momentos de tristeza, retírate a orar
como Jesús para contemplar.
Sin embargo, a Jesús lo seguía mucha
genten que quería escucharlo y él se olvida de sí mismo y tiene tres actitudes:
1. Ve el corazón de cada
ser humano.
2. Se compadece.
3. Los sana.
Esta es la actitud que debemos tener
cada semana. Ver el rostro del Maestro en el hermano y compadecernos de ellos
porque no sabemos qué hay en lo mas profundo de su corazón que necesita ser restaurado.
Lo segundo que hace Jesús es que
muestra su autoridad de Buen Pastor, y la demuestra cuando los apóstoles le
dicen que despida a la gente porque no alcanza la comida para todos, a lo que Jesús
responde: "Denles ustedes de comer". Los apóstoles por supuesto se escandalizan
y afirman que solo tienen cinco panes y dos peces. Jesús manda a traer el alimento
y como pastor manda a las gentes a recostarse para alimentarlos.
El tercer momento es la solidaridad
de quien presenta los cinco panes y dos peces. ¿cuáles son tus cinco panes y
dos peces? ¿te quedarás con lo que tienes y no darás? Sé solidario porque tú puedes
dar más.
El cuarto momento, después que Jesús recibe
los cinco panes y los dos peces, eleva la mirada al cielo y ora para bendecir
el alimento; porque la oración tiene poder, y porque Jesús sabe que su poder está
en la relación con el Padre. Por eso tú estas aquí para doblar tus rodillas y
para clamar por el hermano que esta trabajando, que tiene la carga de Moisés.
Por eso nuestra oración de intercesión es importante. Oren para que el Señor
transforme sus vidas.
Por tanto, el último momento o
milagro es el del compartir, de alimentarse, de celebrar. Por eso ustedes están
llamados a cargar la cruz, a ser sembradores de esperanza desde la misericordia
y la compasión. Este congreso es para sembrar la misericordia para que germine
la misericordia. Y la misericordia empieza desde casa. Amén.
Que el Espíritu Santo siga guiando este congreso y los siga haciendo pescadores de hombres. Gracias por el sí!
ResponderEliminar